Francisca Silva, una pequeña niña de escaza edad encontró el peor de los desenlaces este fin de semana, un final mucho peor y inhumano que ninguno. Esta infante fue golpeada, violada y su cadáver arrojado al mar para así se perdiera su rastro.
Así como este caso en nuestro país ocurren hechos tan despreciables como este casi ya diariamente: violaciones a menores, maltrato a mujeres, niños de 10 años que no se sabe que hacer por su peligrosidad, etc.
Nuestro nación se caracteriza por publicitar los logros que ha conseguido, independiente quien los haya logrado, y eso está muy bien y por eso somos líderes dentro de sud América, aunque tengamos varios defectos se ha visto que podemos superarlos, pero lo que me preocupa es ver los casos indicados en el principio de este escrito y no se efectúen los procedimientos correspondientes.
Me frustra ver que el asesino y violador reciba una condena ridícula que por una buena conducta dentro del recinto penal se le rebajen 3 o mas años.
Me frustra ver niños de 10 años que no tienen un rumbo en la vida y que solamente vivan buscando la adrenalina del mundo para demostrar su “poder”, sumando a esto que los sistemas de rehabilitación no están preparados, ¡por favor estos casos vienen de mucho antes!
Me frustra ver tantas mujeres golpeadas, y si ellas denuncian es probable que en las noticias salga al otro día en que termina la situación en el matinal y en un cuadrito chiquitito del diario, al lado del poto de una modelo.
Me frustra ver que todos aleguemos, dentro de los cuales me incluyo, pero una vez no hagamos nada más que solo quejarnos.
En lo personal puedo entender la situación en la que se encuentra la familia de Francisca pues viví una experiencia similar, aunque no se compara la brutalidad del caso de esta pequeña.
Por ahora solo puedo expresarme en estos medios electrónicos, pues pienso que pueden ser útiles y crear cierto nivel de debate y crear conciencia de estos dramas.
En lo personal me gustaría creer en una condena perpetua para el desgraciado que cometió este acto enfermo, pero obviamente acá no sucederá pues no existe ni la infraestructura ni la voluntad, el criminal, dirán unas voces, tiene derechos; y claro, efectivamente es así, pero el cuándo empezó a penetrar y golpear a la pequeña Francisca,¿ pensó en eso?, cuando la metió en la bolsa plástica, se imagino que hizo sufrir y posteriormente mato a una pequeña de la manera más enferma que puede haber ¿creen que se arrepintió?, probablemente si, cuando se detuvo el frenesí quizá lo haya hecho, pero arrojando el cadáver de la pequeña por un acantilado borraría esa irracionalidad y borraría toda culpa.
Yo entiendo que la familia y muchas personas pidan la pena de muerte para este desgraciado, pero una acción que conlleva odio solo generara más odio y como dijo el escritor irlandés George Bernard Shaw “el odio es la venganza del cobarde”.
Yo se que le digo eso a los papás de esta pequeña y me aforran, está claro, pero si hacemos la “ley del ojo por ojo, el mundo quedara ciego” (Mahatma Gandhi).
Yo ahora hablo así, pero si me pasara mi, otras cosas diría.
Hay un montón para debatir sobre estos temas:
¿Es la religión una forma de obtener a la gente de forma más civilizada, o solo se limitarían a actuar de acuerdo a patrones delimitados por la fe?
¿Acaso un gobierno de un sector causaría los cambios que el anterior no pudo?, y esto porque el candidato habla más pestes del otro.
¿Acaso matando a este enfermo no ocurran mas de estos casos por que posibles otros casos de amedrentarían por la pena ejemplificadora dada al asesino de Francisca?
Yo no se claramente una respuesta a estas y otras interrogantes, pero tengo claro es que no quiero que el caso de esta niña se pierda en el tiempo, como es lo que buscaba este malnacido cuando arrojo a Francisca al mar.
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